viernes, 6 de marzo de 2015

¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde su vida? (Mt 16,26)


Los sentimientos mundanos, es decir, los sentimientos de autobombo y vanagloria,  no son naturales, sino que han sido inventados por la sociedad y nuestra cultura para hacer que seamos productivos y poder controlarnos. Dichos sentimientos no proporcionan el sustento y la felicidad que se producen cuando por ejemplo contemplas la naturaleza o disfrutas de la compañía de un ser querido o de tu propio trabajo, sino que han sido ideados para producir ilusiones, emoción... y vacío.


                         "Parábola de la vida"
Un autobús cargado de turistas atraviesa una hermosísima región llena de lagos, montañas, ríos y praderas. Pero las cortinas del autobús están echadas, y los turistas, que no tienen la menor idea de lo que hay al otro lado de las ventanillas, se pasan el viaje discutiendo sobre quién debe ocupar el mejor asiento del autobús, a quién hay que aplaudir, quién es más digno de consideración... Y así siguen hasta el final del viaje.

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